La quema espontánea de basura y la falta del tratamiento debido a la disposición final de los residuos hizo que otra vez la ciudad quedara cubierta por la densa humareda proveniente del Volcadero.
Como suele ocurrir permanentemente, mientras se desplazaba la basura amontonada a la salida del portón de ingreso al predio, comenzaron a arder las bolsas y los desperdicios. El fuego se extendió por todo el sector y fue imparable, al no contar con tierra para ser tapada.
Así, en buena parte de la geografía urbana fue casi imposible respirar sin sentir complicaciones, pese a que el escaso viento empujaba el humo hacia el oeste. Si con el correr de las horas hubiera disminuido la intensidad de las ráfagas, la humareda se hubiera extendido aún más por al ciudad.
Ante tal situación, trabajadores de Limpieza solicitan la colaboración de la ciudadanía con escombros o tierra que permitan tapar los focos ígneos en forma inmediata.
Aún se espera la ejecución de proyectos ligados al tratamiento integral de los residuos o realizar definitivamente el traslado del céntrico Volcadero.
Desde las guardias médicas de los hospitales San Martín y San Roque atendieron diversos casos ligados a complicaciones respiratorias que, a priori, fueron adjudicadas a la contaminación del aire. En centros asistenciales privados se negaron a facilitar información, pero se supo que allí también concurrió gente en busca de alivio.
Desde la comuna, solicitan la colaboración de la ciudadanía con escombros o tierra para tapar los focos ígneos.
Fuente: http://www.unoentrerios.com.ar
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